Ortega y Gasset propone que cuando un ser humano se encuentra inmerso en la confusión, la duda, la inseguridad y la falta de fe, tiene que comenzar a creer en si mismo, en su propia vida concreta, ya que es indudable que cada uno se tiene a si mismo; y esta forma de pensar, este creer en uno, es el comienzo para salvarse.
Para Ortega y Gasset, vivir es darse cuenta de lo que nos está pasando, o sea que mi vida soy yo y mis circunstancias.
El hombre es un ser que no tiene ser, porque es un proyecto, alguien que se va desarrollando a medida que va existiendo en relación a su circunstancia; tratando de realizarse en ella: y del resultado de esa lucha porser quien es en el mundo dependerá su estado anímico; porque cada situación de pérdida que sufra significará también la pérdida de su identidad y de su proyecto.
Aunque a veces también se haga necesario cambiar radicalmente de proyecto esto no impide que de alguna otra forma se pueda cumplir en esencia.
Porque esta situación exigirá un acto de íntima reflexión que haga posible el ejercicio de la libertad individual para crear un nuevo proyecto de acción, comprometerse con él para realizarlo, recuperando la esencia del proyecto anterior y alcanzar de esa manera la felicidad.
La felicidad para Ortega y Gasset es la capacidad de ser auténtico manteniéndose fiel a si mismo y es el objetivo al que nadie debería renunciar. La autenticidad del hombre es un concepto dinámico, no es algo fijo, es pura acción, motivada por el proyecto.
La vida superficial ha sumergido al hombre en una crisis sociocultural y lo ha masificado, porque ha renunciado a su interioridad, a ser él mismo, y este fenómeno lo llena de confusión, de dudas y de incredulidad.
La antigua represión de la sexualidad se ha convertido en la vida moderna en la represión de la autenticidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario