Para todos es evidente el progreso y los éxitos obtenidos por la Liga Dep. Universitaria de Quito, que definitivamente han dado lustre al balompié ecuatoriano pero sobre todo a nivel particular como Club de fútbol, es público y notorio el alto nivel de rendimiento y eficacia de sus dirigentes, con los Paz a la cabeza, y es muy humano caer en los errores de juicio que el periodismo deportivo y el público en general caen de manera infantil.
A más del orden administrativo y el amplio conocimiento en materia deportiva con que goza la institución ligada, es importante concluir que se han hecho de los servicios de lo mejor que en materia futbolística ha producido nuestro país, que dicho sea de paso es muy limitado, eso por supuesto ha dado como resultado la seguidilla de éxitos obtenidos.
Si nos dejamos de torpes patrioterismos, y vemos las cosas de una manera muy fría y hacemos un análisis de qué es lo que realmente tenemos en materia de jugadores nos encontraremos con la cruda realidad de que uno de los factores determinantes del éxito de la Liga es precisamente de que se ha hecho para si con los mejores y muy pocos jugadores del medio, claro está quedando sueltos (en otros clubes) muy pocos de nivel.
La gran masa de jugadores de fútbol que rellenan las nóminas de los demás equipos son, a no dudarlo, de un nivel inferior con relación a los que militan en el equipo albo, esta reflexión puede resultar ofensiva para aquellos ciegos patrioteros, pero es real. Ecuador no produce jugadores de nivel internacional en la medida que sus clubes lo necesitan y la hinchada desearía, el no ver y aceptar este hecho cierto es lo que nos tiene confundidos y creyendo que la culpa es solo de la dirigencia, que en gran medida lo es por no del todo cierto.
En los últimos lustros han proliferado una infinidad de "Academias de Fútbol" que ya deberían estar produciendo jugadores de un nivel superior, ya deberíamos de estar llenos de jugadores sino de niveles estratosféricos, por lo menos de niveles competitivos aceptables, pero no es así, a fuerzas de ser justos, lo único que se ha llenado son los bolsillos de los dueños de esas academias que juegan y manipulan los deseos y esperanzas de los ilusos padres de familia que por la difícil situación económica que vive este país, ven cifradas sus esperanzas en una inversión mensual para aspirar a que sus hijos resulten buenos futbolistas y los saquen de sus respectivas pobrezas. Este tipo de actividades donde bien se podría pensar en servicios ofrecidos y no cumplidos tienen calificativos y están tipificados en nuestras leyes.
Para concluir, pues debemos celebrar los éxitos de el equipo quiteño, debemos emular y exaltar la labor de sus dirigentes, pero así mismo debemos ser honestos en decir que mientras no obliguemos a los clubes a que realmente produzcan jugadores de nivel y controlemos a tanta academia de fútbol vendedora de ilusiones y mentiras a que empiece a proveer de jugadores como ya es el momento de hacerlo, NO HABRÁ OTROS CLUBES QUE DEN RESULTADOS PUES NO HAY EL MATERIAL SUFICIENTE, PORQUE MIENTRAS EN OTROS PAÍSES EXISTEN DE 3 Y HASTA 5 JUGADORES POR PUESTO AQUÍ EN ESTE PAÍS NO LOS HAY.
No hay comentarios:
Publicar un comentario