Transcurre el tiempo y continuamos debatiéndonos entre los devaneos de nuestras autoridades, que nos inundan con elaboradas hipótesis de toda índole pero que en definitiva, aún no se sabe realmente quién o quiénes son los responsables de tan lamentables como desagradables incidentes, de manera insistente, nuestro presidente abarca no solo a los elementos de la policía nacional y fuerzas armadas, sino también a personas civiles de nuestra política criolla, lo que en el supuesto no consentido sea cierto, estaríamos hablando de una conspiración de connotaciones dignas de novelas detectivescas.
Según un trabajo periodístico investigativo (realizado por un medio afín al gobierno nacional) se habrían formado tres frentes para que en menos de 24 horas se logre dar el “Golpe de Estado” que acabaría con el Gobierno actual, en grupos de tarea definidos.
El primero en el Regimiento Quito, con Fidel Araujo y Max Marín a la cabeza.
El segundo haciendo presencia en los medios de información pública formado por Galo Monterverde, Víctor Hugo Erazo, María Alejandra Cevallos, Pablo Guerrero y Fausto Albán Gallo.
Y el tercer frente de este “golpe maestro” se movió dentro de la Asamblea encabezados por los legisladores Lourdes Tibán, Gilmar Gutiérrez, Enrique Herrería y “otros”, con la participación de otros complotados tales como los dirigentes políticos Luis Villacís y el sindicalista petrolero Diego Cano.
Todo este andamiaje conspirador orquestado cual maquiavélicos relojeros por el Ex presidente de la República, Lucio Gutiérrez, y el ex presentador de televisión, Carlos Vera, resumen extraído de la investigación que realizó el programa “En busca de la verdad” (EBV), que se produce a través de Ecuador TV (medio de propaganda del Estado).
Esta ingeniosa historia que aún no debemos descartar solo por si las dudas, resulta algo fantástica porque siendo la mayoría de los implicados, políticos con algún recorrido en la arena pública resulta poco creíble, y se la podría calificar de poco menos que de una absurda aventura. Tomando en consideración el nivel de aceptación popular con que cuenta de manera aparente (encuestas oficiales) el Presidente Correa.
Resulta también extraño que estando según dicen “secuestrado”, le hayan permitido disponer el “Estado de Excepción”, decreto que firmó según declaración del propio Presidente el 30 de septiembre a las 13:21 horas (a confesión de parte, relevo de pruebas). Si se estaba desarrollando un Golpe de Estado, lo menos que se puede decir de tanta permisividad por parte de los complotados es que fueron unos “descuidados” porque tal medida era encaminada a desarticular el supuesto “Golpe”.
Me inclino a creer lo que dado los acontecimientos acaecidos, es más lógico, en un amplio período de tiempo, ser la verdadera razón de la rebelión, para esto repasemos algunos eventos si se quiere encontrar las verdaderas razones de la protesta que se escapó de las manos y se “transformó” en asonada, eventos concatenados que no podemos olvidar ni dejar de considerar.
Los problemas e inconformidades arrancaron con la eliminación de los bonos que percibían las fuerzas del orden, bajo el pretexto del aumento de sueldos y homologación realizado, ubicando peligrosamente a la clase policial en el nivel de cualquier burócrata.
Siendo tan infalibles los genios financieros del gobierno cometieron el descuido (espero de buena fe) de no incluir en esa homologación a la clase intermedia en rango o mandos medios de las fuerzas armadas, donde solo se beneficiaron los de arriba y los de abajo pero el grueso militar quedó desamparado.
De aquí salta la duda y resulta curioso que después de más de un año protestando y reclamando por el respeto de sus derechos adquiridos, que son irrenunciables, casi inmediatamente después del “Intento de Golpe de Estado”, se pusieron las cosas como lo habían venido pidiendo las fuerzas armadas y la policía nacional (aspiraciones muy justas por la naturaleza de su trabajo). Por supuesto que inmediatamente salieron las declaraciones oficiales de que una cosa nada tenía que ver con la otra, ¡Qué insulto a nuestra inteligencia!
Tan evidente y burda resultó ser la forma en que se apaciguaron los ánimos que la medida fue otorgada con carácter retroactivo para el aumento de sueldos, incluyendo en la jugada a los mandos intermedios. Asegurándose de esta manera evitar una eventual escalada de protestas. Después de todo, no deja de ser atractivamente jugoso el dinero que recibirán individualmente. Esto que en principio es una acción muy justa ha sentado un precedente muy preocupante, porque deja claramente abierta la ruta que se debe seguir cuando el gobierno está “necio”.
Reza un dicho popular “respeta para que te respeten”, y eso es precisamente lo que menos vemos día a día, mientras se premia a la mayoría, se ha montado todo un mecanismo investigativo legal para, según se dice, dar con los responsables de tan alevosos incidentes. Es evidente que en este caso en particular, el sacrificio de unos pocos es aceptable cuando una gran mayoría queda beneficiada.
Cada vez se respeta menos la institucionalidad del Estado, cuando los indígenas se opusieron a la “Ley de Aguas”, esta no pasó, así mismo la presidenta de la U.N.E. organizó al magisterio contra el gobierno y fue tanta la presión que ya se olvidaron de las tan elogiadas evaluaciones a los maestros. Se insultó y habló tanto, se gastaron miles de dólares del presupuesto en propaganda para sostener sus aventuras y ¿Para qué? La moraleja es clara, si no te gusta lo que te quieren hacer, paraliza el país, protesta, insulta y desestabiliza su tan preciado bien… “El poder”
Sumado a lo anterior debemos recordar las dificultades que se venían presentando en las relaciones Ejecutivo y Legislativo que había demostrado de un tiempo a esta parte que se había convertido en un no tan dócil rebaño, lo cual pone en serios aprietos el desarrollo de su “plan de gobierno y transformación revolucionario” que necesita de mucha sumisión y poca oposición.
Las voces contrarias al régimen no han cesado, inclusive desde la misma bancada oficialista eran cada vez más notorias las voces inconformes con el rumbo que está tomando “la revolución ciudadana”. Lo que indudablemente ponía en el tapete la utilización de ese genial y retórico recurso conocido como “Muerte Cruzada” incluido en nuestra Constitución actual como una acción democrática de preservación ante las posibles incapacidades del gobernante de turno, pero que en realidad solo da los medios para ser utilizada como un recurso de disuasión en el caso de que el rebaño salga en estampida.
Las condiciones de gobernabilidad están seriamente comprometidas, el irrespeto, desconfianza y desprecio de la ciudadanía hacia nuestra noble institución policial es evidente, el verdadero sentir de nuestras fuerzas armadas es incierto, el camino para obtener las reivindicaciones clasistas ha sido marcado por ejemplos poco democráticos. Lo que sucedió el 30S no debió pasar pero pasó y se les salió de control y no pudo haber llegado en mejor momento para el régimen que a pesar de que lo promociona como un “Golpe de Estado” le dio en la práctica la oportunidad de dar un “Golpe de Efecto” para conseguir alejar el fantasma de la muerte cruzada y de apaciguar las voces opositoras cada vez más altisonantes que preferirán, al menos por ahora, mantener prudente silencio para no permitir ser relacionados o acusados de sedición.
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